Algunos dicen
que cuando es dicha
la palabra muere.

Yo digo, en cambio,
que justo ese día
empieza a vivir.

Emily Dickinson.

Parafraseando a la Sra. Dickinson me gustaría que estos ripios que ahora comienzan a volar por sí mismos no mueran en el olvido, sino que sean capaces de anidar en el corazón de alguien que les de calor y cobijo.

viernes, 17 de marzo de 2017

Después




Después
de cuánto he luchado
por mantener encendida
la llama de mi particular
Faro de Alejandria;
No soy feliz.

Tengo fresco en mi mente
cuando brillaba
y regalaba su luz,
iluminando así mis días,
su calor reconfortaba
sinsabores y penurias;
No, no soy feliz.

Me regaló una parte de sí,
me regaló magia,
me regaló vida,
que es lo que ahora me empuja
a levantarme día tras día;
Más no, no soy feliz.

Sin su luz
estoy perdida,
sin su calor
mi carne fría,
sin su alma
mi alma vacía,
sin su latir
mi mente limpia.
                RMA

En recuerdo del mayor luchador que he tenido la fortuna de conocer.
Mientras habite en nuestros corazones, su luz no se apagará nunca.

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