Hoy quiero contar otra historia cortita.
Desde hace unos años , cada día se ilumina mi casa con los ojos y la risa de un gigantesco sol pequeñito, que a ella se vino a vivir.
Ni que decir tiene, que colma nuestros días, bueno, a veces sería más correcto decir que se ha apropiado de ellos, o mejor dicho, se ha apropiado de los días, de las noches, del pensamiento, de los sueños… en fin, que voy a contar que no se sepa.
Lo que sí quiero decir es que eso lo doy todo por bueno, por ejemplo, como cuando llega el día del padre y me hace el regalo más tierno y original que podía hacerme, que no era otro más que este:
Como ser padre
tiene mucha
responsabilidad
a mi querido
padre
muchos besos
le voy a dar.
Rodrigo
Y me los dio, vaya si me los dio y me los sigue dando, para fortuna mía.
El original es otro de mis “pequeños grandes tesoros”.
Al poco le contesté:
El ser niño tiene
mucha responsabilidad,
por eso una cosita
yo te quiero contar.
Desde que amanece
atento se debe estar
a aprender y a reírse,
a soñar y a jugar.
No solo el cuerpo debe
crecer y madurar,
el corazón y la mente
han de aprender a brillar.
Pero no te preocupes
por tanta responsabilidad,
que mami y yo, millones
de besos te vamos a dar.
Y vaya si se los damos, todos los que podemos y más… mientras nos deje.
RMA
HAY UN DIA VEINTITRÉS.
Este año ha vuelto a llegar el día de San José, día del padre y me ha sorprendido nuevamente con una preciosa poesía mi querido retoño, que ya no va siendo tan pequeño, pues está casi tan alto como yo, aunque eso sí, siempre será mi niñito.
¡Ahí va!
RMA.
Hay un día veintitrés
que nunca olvidaré
salí de un lugar oscuro
y un gran cuerpo me encontré ,
al principio un Abraham Lincoln creí ver
pero mi estupendo padre resultó ser.
Catorce años más tarde y sigo con él
ya que en las buenas y en las malas
siempre lo tendré.
RODRIGO.
Entre otros muchos , esté es uno de mis preferidos.
ResponderEliminar