Tradicionalmente los puentes han sido usados para salvar los ríos, para unir ambas orillas y por ende a las personas con sus costumbres y sus culturas, propiciando así el mestizaje.
En cuanto a la luz de un puente, en arquitectura se denomina a la longitud del mismo para así llegar a la otra orilla.
La luz de nuestro puente nos transporta a un país fascinante, igual que sus costumbres y su milenaria cultura, un país en el que según cuentan nace el sol cada día.
Allí surgió hace “sienes y sienes” de años, junto con su sol naciente, un tipo de poesía breve e intensa, cargada de sentido y dobles sentidos, donde parece inacabada, cuando en realidad es una invitación para que la continúes en tu corazón y así a cada uno nos dibujará un mensaje de lo más personal (esa es su grandeza para mí), y como ya le he dicho a alguien alguna vez la poesía, o en este caso el haiku no hay que entenderlos, hay que sentirlos.
He pasado muy buenos ratos leyendo y releyendo a genios como Matsuo Bashö con su “Senda de Oku", Hakushu Kitahara, Akiko Yoshano, José Juan Tablada, Benedetti y tantos otros.
Bueno, ya que estoy aquí, en medio del puente, no se si aportando un puntito de luz o al menos espero no ser la odiosa nube que nos vela el sol, naciente eso sí, voy a tener la osadía de dejaros unos cuantos “simulacros” de haiku.
RMA
Fluye la luna
sobre el cauce del río,
frío reflejo.
RMA
Bajo la lluvia
se estremece el agua
de aquel estanque.
RMA
La hierba cruje
bajo las pisadas,
perlitas blancas.
RMA
Alza la vista
en el cielo no hay luna
¡Cuántas estrellas!
RMA
Tras la ventana
se oye ulular el viento,
cálido lecho.
Se cuela el seto
entre los fríos hierros,
pasa la vida.
RMA
Exhala la flor
su dulce fragancia
¡Ay primavera!
RMA
Se ocultaban
con la luz del alba
las estrellas.
RMA
Holgazaneando
vive alegre el zángano,
de flor en flor.
RMA
Dintel de piedra
sobre el lecho del río,
pasa la vida.
RMA
Pesadas alas
para volar inútiles,
ángel de piedra.
RMA
Viste de blanco
a la tierra en la noche,
la luna plena.
RMA
La nieve abraza
las cumbres más altas,
gélido cielo.
RMA
Llena de vida
la canícula y el cielo
de golondrinas.
RMA
Igual de inútil
que un precioso reloj
sin manecillas.
RMA
La niebla envuelve
a la farola en la noche,
traga su luz.
RMA
Me han robado el sol
con tanta y tanta lluvia,
cristal abajo.
RMA
La lechosa luz
poco a poco regala
luz al mundo.
RMA
En triste calma
rumiando su dolor
la desdichada.
RMA
Diecisiete años
una vida casi entera
¡Suerte la mía!.
RMA
El fuego muere
cuando llega el agua,
la luz, pasa.
RMA
No son azules
pero cuando me miran
me traen el cielo.
RMA
Acaricia el cielo
la superficie del mar,
húmedo beso.
RMA
El alma rota
fluye tras la tormenta.
¡desamor! ¡Ira!
RMA
Con la violencia
huyen la felicidad
y la alegría.
RMA
Llora el tejado
lágrimas de cielo,
¡Cuánta belleza!
RMA
El periquito
un arcoíris esboza
¿Artificial?.
RMA
Canta el arroyo,
la cigarra canta,
gloria estival.
RMA
Quiebra el alba
la paz de la noche,
canta el gallo.
RMA
Clareando el día
gorjean les pájaros,
dulce melodía.
RMA
Al anochecer
persigue su alimento
el murciélago.
RMA
Ardientes rayos,
dardos de fuego lanza,
inclemente el sol.
RMA
Reluce la mar,
rebosa lentejuelas
de luz por doquier.
RMA
Implacable sol
se decolora el mundo
bajo tus rayos.
RMA
iQué ventolera!
iDespéiname si puedes!
¡Victoria amarga!
RMA
Al caer la tarde
se alargan las sombras,
sin faz, gigantes.
RMA
Estalla el trueno,
la cúpula celeste
se viste de luz.
RMA
Enamorado
aúlla el feroz lobo,
luna es testigo.
Negra muy negra
roba la nube la luz
del atardecer.
RMA
en el plácido estanque
su reflejo.
RMA
turgente, vaporosa
entre la niebla.
RMA
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