Algunos dicen
que cuando es dicha
la palabra muere.

Yo digo, en cambio,
que justo ese día
empieza a vivir.

Emily Dickinson.

Parafraseando a la Sra. Dickinson me gustaría que estos ripios que ahora comienzan a volar por sí mismos no mueran en el olvido, sino que sean capaces de anidar en el corazón de alguien que les de calor y cobijo.

Haiku-verso

  

 

Eso del Universo esta pasado de moda, con eso de los universos para-lelos, gatos en una caja y unas “cuanticas” cuerdas (en teoría) han venido a menoscabar al genuino y único Universo.

Con estos tiempos tan modernos, tecnológicos y digitales, también han venido a nacer otra serie de universos, han salido como las alúas en días de sol tras la lluvia, así que ya tenemos metaverso, multiverso y otros cuántos versos más que no me voy a parar ni a buscar, ni a enumerar.

Me ha dado envidia, lo reconozco, me ha picado el gusanillo, si cada uno tiene su particular universo ¿Porqué no voy a poder tener uno propio?.

Así que me he puesto manos a la obra y voy a crear uno propio, como no soy Dios, a buen seguro que será imperfecto, pero ¡Qué aburrida sería la vida sin esas imperfecciones! Sucede igual que con las dietas, el mejor día es el que te la saltas ¡Jijiji!.

RMA

 

 

Es el haiku a la poesía,

según mi parecer,

una lágrima de nube

enmedio de la tempestad,

naturaleza salvaje

rayo Implacable que viene

a iluminar un segundo

el oscuro paisaje.

Lo simple, natural

y no por ello menos fascinante,

menos maravilloso.

Nada más natural que un haiku,

como un diamante bajo la luz

mas lo miras, lo remiras

continúa siendo un diamante

mas descubrirás mil facetas

mil caras todas ellas diferentes

y jamás te cansarás de mirarlas,

te sorprenderá cada una,

te maravillará con cada mirada

siempre le descubrirás

un nuevo matiz.

Así de simple,

maravilloso.

Un haiku.

RMA



0

Hilo de tinta

sobre el blanco volando,

ya forma un haiku.

RMA



1

El colibrí

liba a placer el néctar,

dulce belleza.

RMA

 

2

 Entre cenizas

aún brillan rescoldos,

¡A asar bellotas!.

RMA


3

¡Quiquiriqí!,

con las luces del alba,

calla el grillo.

RMA


4

Pura acuarela

el cielo de la tarde,

a un paso, estrellas.

RMA


5

Duelo de aromas 

de azahar y jazmín,

feliz mi patio. 

RMA 


6

La bajamar

desnuda la arena,

la playa agranda.

RMA


7

Entre hojas verdes

destaca el blanco azahar,

nieve en el suelo.

RMA


8

Suena la lluvia,

repiquetea en el charco,

huele a tormenta.

RMA

 

 9

Gris casi negro

amasijo de nubes,

presagio de agua.

RMA


10

Las hojas secas

tapizan de ocre el bosque,

huele a relente.

RMA

 

11

Rescoldo de luz

reposa en la chimenea,

haciendo hogar.

RMA


12

Bajo la lluvia

hierático el halcón

vigila el campo.

RMA


13

De un verde oliva

amanecen los campos,

centellean al sol.

RMA


14

El sol se esfuerza

en calentar el día

¡Fuera bufanda!

RMA


15

Rompen las olas

de un enfurecido mar,

mojan mi cara.

RMA


16

Cae ya la noche

descarga la tormenta,

el grillo calla.

RMA


17

De brevas a higos

se alimenta el gorrión

en la higuera.

RMA


18

Esponjea el tronco

de verde la cara norte,

al sur brilla el sol.

RMA


19

Gris plomizo

amanece el día de hoy

¡Humm! ¡Toca migas!.

 RMA


20

El carboncillo

corre sobre el papel,

dibuja un haiku.

RMA


21

La ciudad duerme 

bajo un manto de estrellas

que nunca verá.

RMA 


22

Espigada ella

al son del viento baila,

vuelan palomas.

RMA


23

Se unen los grillos

En coro a las chicharras,

Noche estival.

RMA


24

Aprovecha el sol

un desgarro en las nubes

y mete un rayo.

RMA


25

Revuelca la ola

al niño juguetón,

barco a lo lejos.

RMA 


26

La dulce nieve

que bebe la tierra,

regala flores.

RMA


27

Canta la acequia

al frescor del alba,

riega la vida.

RMA


28

Sedienta arena

cada ola que llega

se la bebe

RMA


29

Se hunde el agua

en el sediento suelo,

con pies de barro.

RMA


30

Por su rostro

erráticas ruedan,

vacua soledad.

RMA


31

El prado cobra

prestado al rocío,

destellos de alba.

RMA


32

Asombra el pino

a la charca y al sapo,

la aguja flota.

RMA


33

Pasea al perro 

el dueño echa un pitillo

y el humo al cielo.

RMA 


34

Con el de al lado

cuchichea el surtidor

en la fuente.

RMA


35

El alba trémula 

de sonrosada luz,

enerva el día.

RMA


36

A lomos carga

con el grano la hormiga,

directa al hoyo.

RMA


37

Lleno de furia 

al sentirse agraviado

baja a poniente.

RMA 


38

Remanso de sol

en el claro del bosque,

callan los trinos.

RMA


39

Copan antenas

las aves de ribera,

velo de niebla.

RMA


40

Sones de amor

entona la fuente,

dama de noche.

RMA


41

La golondrina,

círculos caprichosos

traza en el cielo.

RMA

















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