ILY
Hace mucho, mucho tiempo
en una tierra no muy lejana
descubrieron mis pupilas
un ser muy singular,
fresco y muy jovial
en apariencia independiente
fachada impertinente
mas su poso, comprometido
tierno, sensible, familiar.
Ese mucho, mucho tiempo
fue por suerte compartido
poco a poco, grano a grano
ha ido sirviendo, ha grabado,
cada letra, cada verso
con la tinta indeleble
que te escribe en el alma
con amor y paciencia infinita,
todas y cada una de las notas
que conforman esta melodía,
que el común de los mortales
solemos llamar vida.
Suerte la mía
que sin querer ser poeta
cada día
me has mostrado
la más bella poesía.
RMA
Hace mucho, mucho tiempo
en una tierra no muy lejana
descubrieron mis pupilas
un ser muy singular,
fresco y muy jovial
en apariencia independiente
fachada impertinente
mas su poso, comprometido
tierno, sensible, familiar.
Ese mucho, mucho tiempo
fue por suerte compartido
poco a poco, grano a grano
ha ido sirviendo, ha grabado,
cada letra, cada verso
con la tinta indeleble
que te escribe en el alma
con amor y paciencia infinita,
todas y cada una de las notas
que conforman esta melodía,
que el común de los mortales
solemos llamar vida.
Suerte la mía
que sin querer ser poeta
cada día
me has mostrado
la más bella poesía.
RMA
RESACA
Estoy
aún de resaca
después
de un día de campo.
Lo
mejor, es que no recordaba
la
risa, el estar a gusto,
el
mirar para arriba
y ver el
cielo
inmensamente
azul
ser
quien eres
en su
más << ancha >> extensión,
lo
dicho, no recordaba
que estar a gusto con tu gente,
pudiera
dejar este…
regusto
de resaca.
No hay
nada, sólo el momento,
tu
gente, que no son tu
que son
“tú” gente
que eres
tú,
que
estas deseando
ser
siempre tú
deseando
que ese día de campo
que ese
arroz negro
se
repita,
una y
otra vez
para
seguir siendo tú,
con tu
gente.
RMA
-Menús varios
Menús varios y variados
con deconstrucciones y desvaríos
de una neurona chiflada
y algunos de sus amigos.
¿Qué culpa tiene la burra
de que le guste el trigo,
la cebada, el maíz, el centeno,
todo verde y digestivo?.
¿Qué culpa tiene el borrico
de que le gusten los higos?
Verdes, moñigales o negros
¡El pan de higo! ¡Que rico!.
Se juntan borrico y burra
y arman un estropicio
¿Es que no tienen otro oficio
que el de mover la mandíbula?.
A esto que llega el gorrión
y se posa en la enhiesta espiga
¡Descubre el higo¡ ¡Qué bueno!
Lo picotea, busca sus pepitas.
RMA
Ogroroso
Hoy te quiero enumerar
una serie de cositas
que un chaval de tu edad
debería saber hacerlas.
Lo primero por la mañana
abrir los ojos y pensar
“Que guapo soy y qué tipo tengo"
y ya, con una sonrisa en los labios
levantarte y abrir la ventana
¡Hay que ventilar los aires!
luego a la cocina con gran esfuerzo
a prepararte el desayuno
que ha de ser suculento
pues ha de callar tus tripas
y al león que llevan dentro.
Te acercas al espejo
y le muestras tu mejor sonrisa
a lo que él viene a recordarte
que para que siga así de bonita
los dientes has de cepillarte
con énfasis y alegría .
Aireados, limpios ya los aires
que pululan por tu alcoba
toca hacer bien la cama
y cuanto no esté en su sitio
se quedará recogido.
Toca irse al instituto
y una cosa muy importante
tienes que hacer,
con tinta indeleble
dibujar una sonrisa
para plantártela en la cara
y con ella a cuestas
conquistar el mundo
ese ancho y grande
que tú te mereces.
Ya de vuelta
son tareas cotidianas,
acallar el león de tus tripas
poner y quitar la mesa
así como un nuevo repaso
con cepillito y pasta
a tus dientes nacarados.
Ahora, más difícil todavía,
volver a sonreír y comprobar
lo bonitos que te han quedado,
más tarde, la rutina de siempre,
comprobar en la agenda las tareas,
estudiar, leer, escribir,
pensar, (eso es importante),
luego otra sonrisa,
esta por doble motivo,
el primero la satisfacción
de un trabajo bien hecho,
el segundo la certeza
que ahora es tiempo de ocio
hasta la hora de la cena.
Llegando las nueve, mas o menos
tenemos la gran manía
de volver a poner la mesa
para hacer otra comida,
así, que aquí te hayas
departiendo en alegre charla,
disfrutando la comida,
los quehaceres del día.
De nuevo toca sonrisa
que regalar al espejo,
para después en la ducha
remojarte bien el pellejo.
Ya concluyendo el día
hay que pensar en mañana
preparando la mochila
con los libros que hagan falta,
así como la ropa
que te hayas de poner
debe quedar preparada.
Toca, dejarse caer
en brazos del dios Morfeo
sabiendo que si viene
algún ogro a darte un beso,
aunque este sea
de buenas noches ,
seguro, que en la recámara
preparado lleva
un gran lengüetazo
con el que seguro pretenda
lamer tu risueña cara.
Ogroroso
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