En las tardes de canícula que solemos por aquí abajo, la verdad es que son "mu" malas, con cuarenta y tantos a la sombra, se te reblandece los huesos del cráneo y la neurona, que ya de por si se las trae, le entra un delírium tremens y comienza a botar en ese horno con forma de cabeza y claro, de ahí no puede salir nada bueno.
Una buena tarde de esas, a Noia, mi querida neurona, se le ocurrió el título y a partir de ahí, con cada rebote dentro de la cavidad craneal se le fueron ocurriendo los diferentes oficios que podía haber ejercido el Todopoderoso y Omnipresente Señor del Universo, seguro que faltan muchos, pero es normal, ya de por sí no se le puede pedir mucho y encima reblandecida como un trozo de mantequilla en una sartén, no da más de sí.
Amenaza con que cada vez que se le ocurra alguno nos lo ofrecerá para nuestro padecimiento, que las musas no le sean propicias.
RMA
-Electricista.
Nos trajo la luz,
puso la Tierra firme,
la mar inmensamente azul,
las plantas siempre verdes,
nos regaló los colores
con mil formas de flores,
los peces, los animales
la luna y las estrellas.
Nos volvió a regalar
otra vez la luz
y el hombre, terco,
poco a poco se encargó
de buscar las nubes.
RMA
-Prestidigitador.
De la nada y en un suspiro
nos sacó un Universo,
con un chasquido de dedos
nos pintó las galaxias,
de un soplo a un trozo de barro
nos regaló la ilusión de la vida
y con una humilde costilla
logró que no fuese nada aburrida
RMA
-Jardinero
Nos planta un jardín
solo para disfrute del hombre,
un Edén, un paraíso
poblado con millones de flores,
y colmado de jugosos frutales.
Pero claro, como siempre,
el hombre cabezota
quiso probar la carne.
RMA
- Alfarero
Pudo haber hecho
un botijo o una tinaja
una teja o una cántara,
pero no, no contento,
de un puñado de tierra
y un poquito de agua
creó un ser maravilloso
y a la vez eternamente
Y por siempre, perverso.
RMA
-Cirujano.
No contento con lo que hizo
extirpó una costilla al hombre
y no pensando en una barbacoa
con sus alados amigos.
Con esa costilla,
como en el circo
hizo un doble tirabuzón
creando un ser
aún más maravilloso.
RMA
-Carpintero.
Ya con los pies en tierra
no tuvo más remedio
que poner pie pared,
pues el maravilloso ser
en exceso se desmadra.
Así para poner orden
manda por aquí abajo
a su ínclito primogénito
en carne mortal.
Y el primer oficio
que el niño aprende
no podía ser otro
que el de su terrenal
padre putativo,
carpintero.
RMA
-Cantero.
Se entretuvo cierta vez
en la cima de unos cerros
en hacer unas tablas de piedra
en las que escribió no se qué
de obligados mandamientos.
Se los dio a un tal Moises
que pasaba por allí
para que este los publicase
a los cuatro vientos.
RMA
-Cuentista.
Tenía afición por los cuentos
y no precisamente
por Caperucita o Cenicienta,
claro que Él los cuentos
las llamó parábolas,
queda más chulo, más culto
más del estilo de Dios.
El trigo y la cizaña, el sembrador
el buen samaritano, el buen pastor,
y muchas más, una barbaridad
se ve que tenía mucho arte
"seporreando" la Ollivetti.
-Legislador.
Dictó unas cuantas leyes
a lo largo de los siglos
inspirando a no pocos
de sufridos profetas,
así como a unos cuantos más
de abnegados santos.
RMA
-Pescador.
En un lago cercano
hizo sus primeros pinitos
en el arte de la pesca
se junto con unos tipos
que a ello se dedicaban
así que le picó el gusanillo
y Se dedicó a pescar, eso si,
unos peces bien raros,
almas, creo que los llamaba.
-Meteorólogo.
Hubo un tiempo en que se dijo
"Esto se me desmadra"
Así que ni corto ni perezoso
y como por aquel entonces
aún no existía Internet
ni aplicaciones ni "na",
ni siquiera la de Aemet
se busco a un señor barbudo
para más señas, un tal Noé
y le dijo se preparase
que iba a caer un buen chaparrón,
que no fuese a los chinos
a buscarse un paraguas,
que mejor se aplicase
en construir un trasatlántico
tipo Royal Caribbean
si quería seguir a flote,
metiese un par de cada
de esos sueltos animalitos
que "garbean por cielo y tierra
y se preparase bien
con un par de sacos de biodramina
para los mareos,
pues iba a haber
un par de meneítos"
y no con Naama precisamente,
por muy hermosa que fuera.
Así que ahí lo tienes
le anuncian agua
y allá, valiente el tío,
se echa a la mar
o mejor dicho, al diluvio.
Para eso, para qué quiere Noé
un parte meteorológico.
-Psicólogo.
"To quisqui" suele ir
a contarle sus penas
y a que le ayude
con sus embrollos mentales,
a que con sus dotes
de gran prestidigitador
le enderece los axones,
quizás también las dendritas
de sus mortales neuronas
y al grito "Oh! Milagro"
acuden a que le arreglen
con un chispazo de luz
la sinapsis de sus vidas.
No quieren saber
que los milagros no existen
salvo que lo quiera Él.
-Juez.
Tradicionalmente
se le atribuye a Dios
las funciones propias de ser juez,
implacable, duro
dulce o benevolente.
No es así,
nunca podrá ejercer
de juez imparcial,
nunca podrá condenar
un padre a su hijo,
como mucho reprenderlo.
Siempre dejará entornada
la puerta que arriba
al camino de la redención
-Domador
Vamos, que ni Ángel Cristo,
además de las fieras conocidas
por estos mundos
machos cabrones,
perdón, quise decir cabríos,
serpientes y lagartas
de bífida lengua,
pajarracos de todo plumaje,
murciélagos chupasangre,
conejos lujuriosos
Y anacondas juguetonas.
Debe ocuparse también
de los "animalotes" de otros mundos,
pajarracos de rojo con cuernos
y rabo acabado en triángulo
con afición a ventosear azufre,
Íncubos y súcubos fornicadores,
dragones cabreados
y sirenitas lujuriosas
deseosas de menear colitas
(No sólo las suyas).
Hidras de varias cabezas
(de ahí la idea del satisfyer)
y otra vez el macho cabrío,
¡Qué cabrón!, hace doblete,
amén de unas cuantas
almas descarriadas.
Y ahora dime que no tiene
para montar un circo.
-Pastor.
Era su sueño,
lo se a ciencia cierta
porque me lo dijo a mí
Y la verdad
con las vaquitas, las cabras
y las ovejitas
no le fue mal del todo
hasta que llegó
a su talón de Aquiles,
el hombre, ahí la cagó,
empezó que si manzana
que si la "quijá"
en la cabeza de otro,
la hoja de parra
que luego rellenan de arroz,
en fin, un desastre
así que decidió quitarse de enmedio
y nos mandó a los curas,
Él se dedicó a las almas,
por lo visto dan menos briega.
-Médico de Almas
Médico del alma,
sí, porque como ya dijimos
los cuerpos los dejó a recaudo
con curas, frailes y papas
y Él se hizo cargo
de lo etéreo, la esencia, el alma
y como aquí abajo
no siempre hacemos las cosas
como Él quisiera
y además los que dejo
para que nos pastorearan
no siempre acertaron,
pues lo que suele pasar,
al final hay que enderezar,
encauzar el alma, sanarla,
ahí es donde entra
el médico de almas,
consolar, sanar y levantar
almas y lo que haga falta,
como la. RAE
limpia fija y da esplendor
para que así sanos y angelicales
lleguemos al paraíso,
ese Edén donde correr
entre hierbas, setas y amapolas
mancharnos de verdín
las alitas cuando entre risas
rodemos por las praderas
y desde el cielo
sentir como el mundo
nos da vueltas.
RMA.
-Escritor
Cuando los demás
se vanaglorian por escribir
yo no sé cuántas novelas, libros,
TBOs, o más finamente, comics,
o en malescribir tres versos sin rima
Él de entretiene,
como quien no quiere la cosa,
en escribir una hermosa historia
con cada una de nuestras vidas,
y en esas tramas aparecen
momentos duros,
a veces, casi crueles,
con pequeños momentos
casi maravillosos,
en los que igual descubres
un hermoso brillo en unos ojos,
que nos pueden ayudar
a dar un poco de sentido
a esta locura de día a día.
Pero, todo a su mirada,
cada línea de su trama,
es una historia con la que juega
y se divierte,
algunas entrecruza
y hace tirabuzones con ellas,
todas tienen un sentido,
que igual, no somos capaces
de llegar a verlo,
y esas líneas son la historia,
nuestra historia,
en la que, solo El sabe el final,
un final que aunque termine
en un cielo sin estrellas
concluye con mucha Luz.
su luz.
RMA
-De Dios
Tiene que ser la leche
trabajar como Dios,
todo día apoltronado
en una blanca y mullida nubecita
rascándose... la barba
y disponiendo lo que se te antoje,
un rayito por aquí,
un vientecito por allá,
hoy un espléndido sol
y por allí un nubarrón,
como eres el jefe
no hay quien te tosa,
como tiene una legión
entre Santos y mártires
estos se encargan del trabajo duro
de mantener el rebaño
a buen recaudo en el redil,
eso sí, con la inestimable ayuda
del miedo a las barbacoas
del común de los mortales
sobre todo cuando la carnaca
es la propia.
Tan solo quedan
un par de preguntitas en el tintero,
la primera
llorará Dios al ver
cómo le hemos salido
y la segunda
si nos hizo a su imagen y semejanza
porqué no nos apañó
un trabajo como el suyo.
RMA
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