Algunos dicen
que cuando es dicha
la palabra muere.

Yo digo, en cambio,
que justo ese día
empieza a vivir.

Emily Dickinson.

Parafraseando a la Sra. Dickinson me gustaría que estos ripios que ahora comienzan a volar por sí mismos no mueran en el olvido, sino que sean capaces de anidar en el corazón de alguien que les de calor y cobijo.

miércoles, 12 de febrero de 2025

No sabía



No sabia porque no levantó el vuelo,

se quedó mirando el nido

en la horquilla del árbol caduco.

En una mañana brumosa

de un húmedo invierno 

perdió la fuerza en sus alas

o la capacidad mental de volar.

No sabía porque no levantó el vuelo

pero la verdad es que no podía, 

no podía mirar el cielo,

sus ojos no se lo permitían.

Sólo veía nubes por doquier, 

se sentía por siempre incapaz 

de volver a ver el azulado techo

que todo lo conocido cubría,

le faltaba la certeza

de que las nubes pasarían,

también la valentía

para disfrutar de la lluvia.

RMA 





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