Tiene que doler
ver marchitar la flor
que a lo largo de tantos años
fue la luz de tu vida.
Ojos verde mar,
marejada agitando su interior
con la única posible opción
de apretar fuerte en la mano
el tallo cuajado de espinas
para poder soportar así
el violento zarandeo del mar.
* * * * * * * * * * * * *
Ha de ser duro
ver inundarse el mar,
ese donde te sentías
como pez en el agua,
ese que fue tu vida
que tan bien aprendiste a amar.
Ha de doler sentir su dolor
impotente ante tu impotencia
a dar algún paso de baile
al arrullo de las olas
bajo una luna que asoma
en un cielo encendido
donde una nube asemeja una rosa
allí donde el mar la toca.
RMA
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