Había porqué luchar
y el espíritu de lucha
mitigaba el dolor
que ya existía
y velaba aquel
que se intuía.
Ahora sólo queda
mascar bien el dolor,
digerir la derrota
y vengarse ¿Cómo?.
Levantando bien la cabeza
mirando a los ojos al miedo
y a lo que esté por venir,
sintiendo con plenitud
el gozo de estar vivo.
RMA
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