Parafraseando a la Sra. Dickinson me gustaría que estos ripios que ahora comienzan a volar por sí mismos no mueran en el olvido, sino que sean capaces de anidar en el corazón de alguien que les de calor y cobijo.
jueves, 22 de noviembre de 2018
Sin azúcar y sin sal
Sin azúcar y sin sal,
sin miel y sin limón
poco a poco el cuerpo
a su carencia se acostumbró,
mas hay que reconocer
que la mesa pierde sabor.
RMA
No hay comentarios:
Publicar un comentario