Algunos dicen
que cuando es dicha
la palabra muere.

Yo digo, en cambio,
que justo ese día
empieza a vivir.

Emily Dickinson.

Parafraseando a la Sra. Dickinson me gustaría que estos ripios que ahora comienzan a volar por sí mismos no mueran en el olvido, sino que sean capaces de anidar en el corazón de alguien que les de calor y cobijo.

viernes, 26 de enero de 2018

No vuelven a su cauce




No vuelven a su cauce
las aguas derramadas,
ni las astillas al tronco
una vez desgajadas.

Tampoco retorna a su lugar
la estrella fugada,
o la manecilla del reloj
a la hora ya pasada.

No se puede volver atrás
ni vivir en el pasado,
los segundos, no se pueden borrar,
ni las cicatrices que nos han marcado.

Hay que aprender a soñar.
                                      RMA

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