Está lloviendo, llueve,
ante la impotencia del cielo
de poder contenerse.
El cielo y las nubes
con la carga de su propio ser,
ya, ni siquiera pueden.
Está lloviendo, llueve,
las sementeras en la campiña
en alegre danza se mecen.
Está lloviendo, llueve,
la Tierra nos regala dulces aromas
y una belleza que nos conmueve.
RMA
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