¡Cuánta belleza!
Ya florece el almendro
aun siendo enero.
RMA
Seguirá volando con alas de papel
sobre los lomos de indómitos libros
coronado por una hueca calavera
en la que su único habitante
hace eco cuando habla,
cuando piensa no, pues no lo hace.
Intentará viajar despacio
mirando los contornos del paisaje
no como cuando vas en AVE
que solo ves al frente,
la velocidad del viaje
ndeja ver lo que hay
a uno y otro lado, sólo al frente
y cuando menos acuerdas
yse ha llegado, alegría ,
pero al igual que el café,
si lo tomas sin apreciar su amargura
es como si en lugar de café
bebieses agua cristalina,
con mucho brillo, pero insípida.
Seguirá volando con alas de papel
sobre lomos de indómitos libros.
RMA
Nadie quiere que nada
vuelva a ser igual,
nadie pretende
que deje de doler.
Nadie quiere olvidar
porque es imposible,
si algo quiere alguien
es amar.
Es mirar para adelante,
sin olvidar, pero al frente.
Caminar, avanzar juntos
y si es posible
llegar muy lejos,
si hace falta, por los que quedan
llegar al fin del mundo.
RMA
Vivía,
porque tenía que vivir,
no porque lo desease,
porque había que tirar “pa’lante”,
no había tiempo de sentir.
Como la bestia con anteojeras
a los lados ver no puede,
sólo mira al frente
sin saber hacia dónde va,
agachando la cabeza,
sólo tirar “pa’lante”.
RMA
¿Es una jaula la carne,
una prisión para el alma?
Que le hurta el cielo a esta
impidiéndole volar,
que emponzoña la luz
creándole una sombra,
ata la carne a la tierra
y esa carne, a ella
al fin retorna,
pone el cielo allá en lo alto
y más alto las estrellas.
La luz colocó allí arriba
una luz que a la postre
es quien reparte vida.
RMA
Tiene que doler
ver marchitar la flor
que a lo largo de tantos años
fue la luz de tu vida.
Ojos verde mar,
marejada agitando su interior
con la única posible opción
de apretar fuerte en la mano
el tallo cuajado de espinas
para poder soportar así
el violento zarandeo del mar.
* * * * * * * * * * * * *
Ha de ser duro
ver inundarse el mar,
ese donde te sentías
como pez en el agua,
ese que fue tu vida
que tan bien aprendiste a amar.
Ha de doler sentir su dolor
impotente ante tu impotencia
a dar algún paso de baile
al arrullo de las olas
bajo una luna que asoma
en un cielo encendido
donde una nube asemeja una rosa
allí donde el mar la toca.
RMA
Es nuestra propia cárcel
esa nuez arrugada
que rellena el cráneo
(o al menos debería)
o lo es la carne
que nos hace sombra
mientras caminamos.
RMA