Vaivén de sombras
provoca en la alcoba,
la llama, en vela.
Ese punto de osadía
que da la locura,
ese baño de no realidad
que te arrebata la cordura,
eso que no importa
lo que dirán,
eso que te saca
del mundo real,
eso que da alas
y luego a la par
diluye la tierra firme
como si fuese la mar,
eso que de las certezas
te hace dudar,
eso que aún hundido
te hace flotar,
eso que la sensatez
logra mermar.
¿Son todo esto
de la locura ingredientes?
¿O los comparte
con alguien más?.
RMA
Me contaron no hace mucho
la historia de un Jardinero
que cuidaba con esmero
cada una de sus plantas,
ya en macetas, jardineras,
en arriates o en terrazas,
les buscaba un huequecito
sabiendo bien sus preferencias.
Había unas que le pedían sombra
para mostrar su hermosura
pues los rayos de sol
lastimaban su belleza,
otras en cambio, preferían sol
para así abrir sus pétalos
y poder mostrar al mundo
toda su luz y esplendor.
Unas requerían más agua,
otras, tan sólo humedad,
así que a todas ellas les venía a dar
aquello que más necesitaban
teniendo además la facultad,
este jardinero divino,
la infinita sabiduría
de conocer el justo momento
en que cada una de ellas
se habría de recolectar,
no atendiendo a su apariencia
sino más bien al fruto
que atesora en su interior.
Esa es su magia, su Don,
el Don del Jardinero Divino,
recolectar las esencias
en el justo momento
de su óptima maduración.
RMA
Érase una vez una Anaconda muy canija y con la
mente muy sucia, que de estar siempre pensando en lo mismo le salieron unos
esperones horrorosos, que de tan grandes se consiguió hacer con ellos unos
"Torresnos" pa migarlos en el águila que pasaba por allí con las
cejas muy largas y los huevos colguerones. "Totá", que entre la
Anaconda y el águila surgió un algo, y más, tras el baile ritual del
cunninni-cunnini, y tanto, que cantando "I want to break free" se
prometieron amor eterno y felicidad, así que la cola de la Anaconda no sabemos
donde fue a parar, por eso y para evitar males mayores, se llamó al amigo de un
amigo que tenía un primo allí en el pueblo y entonces vino una ambulancia con
más gas que un camión de butano ¿o era de gasoil? Y tenía que ir a que le
enchufaran la manguera ¡hay Dios! Otra vez la mente sucia!
Pero como las desgracias nunca vienen solas y algunas
neuronas están un poco revolucionadas…
Que exista por mucho tiempo la mente sucia.
RMA
Pende la gota
cual lágrima de lluvia
del árbol seco,
al empapar la tierra
es promesa de vida.
RMA
Tus muros guardan
las voces,
los rezos del pasado,
los anhelos de un pueblo
no muy distante
del que ahora eleva plegarias
entre tus paredes,
del que te pide clemencia,
da igual en qué lengua
haga su llamada
o qué nombre utilice
para llamar a Dios,
ese Dios que habita
en ese cielo infinito
y en cada uno
de los corazones
que murmuran
para que tus muros
guarden sus plegarias.
RMA