La energía ni se crea ni se destruye, solo se transforma.
Antoine Laurent Levioser.
¿Y nosotros?
¿Somos energía?
¿Se transforma?
¿Retorna la carne
a la fría Madre Tierra
reiniciando un nuevo ciclo,
alimentando nueva vida?
o el alma, o como tengas
a bien en llamarla,
esa pila alcalina
rebosante de energía,
pues son muchas las fuentes
que le aportan cada día,
el espíritu de superación,
el amor, la risa,
una bella puesta de sol
o una simple caricia,
el solaz con los amigos,
un buen libro, música
o incluso una hoja en blanco,
cada uno como puede
recarga su batería.
Y entonces, esa energía
¿No se transforma?
¿No se recicla?
¿No iría a parar a un cielo
donde ángeles y querubines
inflan sus carrillos
atiborrándose con ella?.
¿O iría a parar a un infierno
donde el viejo Satán la usaría
para alimentar sus calderas?
Ni se crea
ni se destruye.
¿Será verdad?
RMA
No hay comentarios:
Publicar un comentario