Tengo revueltos los zarajos
al igual que cuando pugna
por nacer algo bello,
mas temo sean los andrajos
que enfrascados en intestina lucha
se me lanzan a degüello,
con saña oprimen mi pecho,
mi razón devoran con gula,
el alma no me llega al cuerpo,
mas conmigo lucha a destajo
mi neurona, sí, sólo una,
su ineptitud, mi consuelo.
RMA