Salpica el árbol
el brillo de estrellas,
la noche negra.
RMA
Sobre el rescoldo
que languidece en la chimenea,
arden sus pupilas,
la mente apoyada
en las alas del pensamiento,
sobrevuela lugares, momentos,
esquivando tiempos verbales,
salvando imposibles distancias,
solventando gravedades.
Con el frío en la espalda
al lento compás de una butaca,
arden sus pupilas anegadas
en los rescoldos de un fuego
que lentamente se apaga
en compañía de sus fantasmas.
RMA
A veces pensaba en gritar,
en que lo oyera el Universo
aunque no tuviera nada que decir,
nada que mereciese la pena
lanzar al viento.
Le daba igual
que nadie escuchase
sólo gritar y saber
que ya estaba gritado,
que el Universo lo sabía.
RMA
Terco, el tiempo
no para un segundo
para dar un respiro,
no mira atrás,
no espera a nadie,
tiene alma de diablo.
Hay veces que vuela,
otras en cambio
se hace eterno.
Siempre a su capricho,
nunca a dictado de nadie.
Puede con todo,
con la piedra más sólida,
con el más duro acero,
con la estrella más lejana,
con el más bello lucero,
con la liviana hoja,
con la más prieta carne
y antes de hora,
con el traicionero pelo.
RMA
Antes de morir
quiero vivir despierto,
respirar la luz,
contemplar el viento,
llenar mi corazón
de cosas vacuas,
vaciar mi alma
de cosas inicuas,
quiero saber del dolor
y por supuesto
antes de morir
quiero vivir el amor.
RMA
El pasado ya se fue
dejando un poso en el alma
y arrugas en la piel.
El futuro ya cabalga
en ilusionantes alas blancas
embadurnando poco a poco
de aletazos y pisadas
el delgado papel del presente,
que se debate en la duda
de ser cable de funambulista
o afilada hoja de guillotina.
RMA