Con pies de barro
avanza el caminante,
hombros cargados.
RMA
Es los posos de la memoria
donde se asienta nuestra niñez
en los que las miradas
eran siempre dulces,
las risas siempre alegres
y el cielo siempre azul.
Así fue creciendo nuestra estatura
y al ganar en perspectiva
descubrías otras miradas,
otras risas que no eran
siempre alegres ni sinceras,
que había veces
que la gente lloraba
sin que tú llegases
a comprender el motivo
incluso sin llegar a sentir
lo que llamamos dolor,
que el azul no siempre
se ve azul celeste
y que había sonrisas
que no terminaban
de llegar a los ojos.
Ahora, ya menguando la estatura,
continúas ganando perspectiva
pero esa es otra
más de mirar adentro
más que el mirar insolente,
desde arriba siempre,
que te dan los pocos años.
RMA