Algunos dicen
que cuando es dicha
la palabra muere.

Yo digo, en cambio,
que justo ese día
empieza a vivir.

Emily Dickinson.

Parafraseando a la Sra. Dickinson me gustaría que estos ripios que ahora comienzan a volar por sí mismos no mueran en el olvido, sino que sean capaces de anidar en el corazón de alguien que les de calor y cobijo.

domingo, 31 de octubre de 2021

Canopes




Llevaba tiempo sin saber dónde guardar sus entrañas hasta que se acordó de los vasos canopes, un sitito recogidito donde guardar unos trocitos de carne ya preparadita y limpita por si acaso un poquito más para adelante hicieran falta.

Claro que cuatro vasos le parecen algo escasos, por ejemplo para el cerebro ¿este no es necesario para el más allá? Aunque la verdad, hay quien tampoco lo usa mucho en el más acá, así que dirían, para qué malgastar tiempo y barro en algo que no se va a usar. 

Los cuatro vasos eran Amset, Hapy, Kebeshenuef y Duamutef, nombres sencillitos y fáciles de recordar por otra parte.

A ver, en el llamado Amset se guardaba el hígado y se conocía de lejos pues la vasija tenía forma de cabeza humana, lo ponían en la parte sur de la tumba y lo encomendaban a la protección de la diosa Isis, sí, sí, la que pegó todos los cachitos menos uno de su esposo, no sabemos si porque lo quería para ella sola, porque no quería que le diera más por saco o porque esperaba dar el cambiazo por el de Rasputín (que también estaba guardado en un tarro) unos siglos más tarde.

Hapy, en esta se guardaban los pulmones y la vasija tenía en la tapa una cabeza de babuino (bastante mona, por cierto) no sabemos si los pulmones los guardaban porque esperaban estar fumados todo el tiempo una vez pasaran en la barca solar al otro barrio.

Este vaso lo protegía la diosa Neftis que representaba la oscuridad, la noche y la parte invisible de lo terrenal y además era la diosa del inframundo y la muerte, vamos, toda una alegría de diosa.

La vasija se colocaba orientada al norte en la tumba.

Kebeshenuef, la tapa de esta vasija tenía forma de cabeza de halcón y en ella lo que metían era los intestinos, que digo yo, ya que los tenían limpitos y arregladitos los podían haber aprovechado para hacer morcilla o choricitos, la colocaban en la parte oeste y se la encomendaban a la diosa Selkis o Serket, era una diosa escorpión y diosa de la magia, de la naturaleza y de los animales.

Ya por último Duamutef, esta tenía la tapa con forma de chacal y la usaban para meter el estómago del finado, menos mal que enterraban a personas, si fuese a vacas no ganarían para barro para hacer vasijas.

La vasija la protegía la diosa Neit, diosa guerrera, se la identifica con Nut y entonces aparece llevando arco y flechas, además es la más idealista y romántica de las diosas, puesto que se la considera la protectora de los sueños y la verdad no me aclaro que tiene que ver el estómago con los sueños. 

Esta vasija era colocada al este de la tumba. 

Estos son los vasos, pero luego queda el asunto del resto del cuerpo ¿Cómo cuando reviva el cuerpo, hecho mojama y envuelto en un montón de trapos, se va a poder levantar para recoger lo que hay en las vasijas y colocar cada cosa en su sitio? ¿Te imaginas coger esa vasija y entre la edad, pues ya van teniendo una edad y las manos amojamadas, se le caiga? Para más inri, que sea la de las tripas, que se líen y enreden, seguro que luego es capaz de tener retortijones, entonces se cabrea y de ahí sale, seguro, la mala fama que tienen las momias en las películas.

Tienen mérito estos egipcios, aunque se les pasase por alto algunos nimios detalles.

Todo esto para buscar un vaso donde guardar las entrañas, al final para conservarlos habrá que hacer como con las penas, ahogarlas en alcohol acompañado con agua, a poder ser tónica. 


Todo caduca,

el ocaso también 

en un suspiro. 

   RMA 
























domingo, 24 de octubre de 2021

317

Crepita el fuego 

alegre en la chimenea, 

la vista lejos.

          RMA 



martes, 19 de octubre de 2021

Cuando

 


 

 

Cuando en sueños aparecen todos

sientes la plenitud de volar,

los que se fueron y los que quedan

y a veces incluso los que vendrán,

deseando con fuerza que no llegue,

que el momento no termine,

abre tus alas, vuela por el infinito.

Penden del alma penas y alegrías

aunque estas últimas sean

por su esencia más efímeras,

mientras, en el zurrón de la vida

vamos coleccionando los días,

unos pesan, curvan tu osamenta,

los otros, en cambio lo alivian,

hacen la vida más llevadera.

                           RMA


jueves, 14 de octubre de 2021

316

 


Un verde mar

se esconde tras tus ojos,

camino al cielo.

                  RMA 

lunes, 11 de octubre de 2021

Otoño traidor

 


 

 

Otoño traidor

desnudas la primavera,

una por otra

mudas la belleza.

Dime, con cuál te quedas.

                            RMA


domingo, 10 de octubre de 2021

Como cambian los años

 

 

 

 

Como cambian los años y la manera que tenemos de verlos, de vivirlos, tan sólo hace falta echar un poco la vista atrás (para algunos ya va siendo un mucho), pues bien como iba diciendo, los años, los cumpleaños más bien, los esperábamos con ilusión, pasaban lentos, se hacían de rogar los puñeteros ¡tan solo uno al año! Juguetes, regalos, amigos, ¡eso sí que eran cumpleaños!.

Conforme van acumulándose en el serón, van menguando otras cosas, regalos, amigos, la ilusión, eso sí, lo que va quedando suele ser mucho más auténtico.

Igual puede que hasta quede un hueco para algún amor, y entonces sí, ya tienes dos cumpleaños, uno cuando viniste al mundo y otro cuando tu mundo cambió por completo.

Siguen pasando los años, aunque más bien creo que los que pasamos somos nosotros y llegamos a considerar que vale, que llega el cumpleaños, velitas, cenita, copitas y a ese serón, al que el tiempo le ha regalado un agujero, es por donde sigue escapando la ilusión, siguen desapareciendo lo que antes eran amigos.

En esto reparas que en este circo hay un personaje vestido de negro en el que nunca has querido fijarte y que su función consiste en el tiro al blanco. Al fin reparas en él porque cada vez apunta más cerca y esos años que antes casi daban fastidio, ahora intentas reparar todos y cada uno de los agujeros del serón, para que no se te escapen, ahora vuelan y te hace ilusión coleccionar cuantos sean posible, para así seguir acumulando años, sumando ilusión y enseñarlos con orgullo, como esos generales, esos de pecho lata, que o bien les falta pecho y casaca o les sobran cachitos de latón con forma de medalla con los que pavonearse cuando hay desfile.

Años y cumpleaños no son nada en un desierto, por eso siempre gusta que haya alguien que te ayude a soplar las velas y por supuesto antes a preparar la tarta, no es el fin, como casi siempre, es el camino.

 

Miente el reloj
no es una hora contigo,
una hora sin ti.

Ilusionante
La luz de un nuevo día,
Y están tus ojos.

             ILY

            RMA

 

 

 

jueves, 7 de octubre de 2021

sábado, 2 de octubre de 2021

Sonrisas

 


 

 

 

Sonrisas,

desde la lejanía del tiempo

atrapadas entre la esquinas

de una ajada cartulina

que se va tornando sepia,

a diferencia de la piel

que en ese congelador del tiempo

continúa aún siendo tersa

pues nunca se poblará de arrugas,

esas que llaman de sabiduría

y que yo particularmente

denomino arrugas de intemperie

por aquello de los azotes

que nos suele regalar el tiempo.

Sonrisas desde la lejanía

del tiempo y otras

desde un poco más allá.

                          RMA