Cómo será ese día
en que alguien despierte
y se de cuenta, que nada
tiene que ser perfecto
y que además tampoco
es imprescindible perseguir
incansablemente la felicidad.
RMA
Cómo será ese día
en que alguien despierte
y se de cuenta, que nada
tiene que ser perfecto
y que además tampoco
es imprescindible perseguir
incansablemente la felicidad.
RMA
Avanzamos por el desierto
o este simplemente
pasa por nosotros.
En la fina y caliente arena
hundimos nuestros pies.
¿Avanzamos?
Levantamos la mirada,
infinito por doquier,
no hay sendas
el desierto engulle
sin dejar huella nuestros pasos,
no es que las borre,
es como si nunca
hubiesen existido.
Solo unos pocos
logran planear unos metros
en vuelo rasante
desde algún otero,
pues, hasta a esos
les manda un céfiro
ardiente y seco
que aún pega más a sus huesos
su, ya duró pellejo
a la par que
al común de los mortales
saca lustre a sus huesos.
RMA
Hace un tiempo le hablaba
una tal Noia a su cerebro
en “besuguil" diálogo:
“Mejor nos iba
cuando no trabajabas “
“¡Serás besugo!”
Replicó indignada.
“Tú me acusabas
de inoperante y vaga
y ahora ya pienso
cosas que no pensaba,
observo cosas
que no veía
y unos calambres siento
que no sentía”.
“¿Ves lo que te digo?
Pensar mucho no es sano"
“Pensar es sentir
desangrarse la vida
entre tus manos,
pero, porqué no vivir
si de cuando en vez
puedes ver cómo el sol
sana tus sabañones
y lo sientes galopar
en tu interior,
por tus venas
dándole alas así
a tus mejores sueños”.
“Sí, por supuesto,
ese mismo sol
que a Ícaro alas dió".
RMA
Dando y dando vueltas
mi alegre neurona
ha llegado, solita ella,
a una conclusión:
que hay dos formas
de llegar a la muerte,
una es simplemente
dejar de respirar,
la otra es mucho peor
y es no llegar a vivir
aunque lata el corazón.
RMA
la luna clara
al alba desafía
donde un lucero
le brinda compañía,
bella es la luna
y el cielo es inmenso,
suele hacer frío
y enfrente aparece
un tipo gordo
redondito y caliente
y suponemos
peligroso en extremo,
está dispuesto
a ofrecernos su luz
todo ello a cambio
de unirse a nuestro cuerpo
de hacernos sombra
y si acaso tuviésemos
por un asomo
algo parecido a la luz,
diluir su brillo
entre su claridad
no sea que le haga
un rayito de sombra
a su enorme ego.
La luna clara
al alba desafía,
la acompaña un lucero.
RMA