Hoy le va tocar al ladrillo
este humilde reconocimiento
¡basta ya! de tanto ripio engreído.
Uno a uno parecen poca cosa,
pero unidos, con buen mortero,
forman cosas maravillosas.
Parece que tienen alas,
cuando ingrávidos se elevan,
unidos, formando arcadas.
En apariencia fríos, gélidos,
mas dando forma a un hogar
no hay nada más cálido.
Y pensándolo fríamente,
hombre y ladrillo
en tanto no difieren,
del polvo ambos surgieron
y tengo la certeza
que en RIPios acabaremos.
RMA
No hay comentarios:
Publicar un comentario