Los árboles, uno junto a otro
unen sus densas ramas
y en la alta espesura
llegan a confundir sus copas.
El viento con su fuerza
sopla y tuerce sus copas,
un enjambre de nubes negras
se amontonan en el cielo.
Escamotean la luz del sol
y en tremendo aguacero
arrojan fríos goterones,
con furia, a sus verdes retoños.
Tras la tormenta, calma,
lloran las hojas
tras la cruenta batalla.
RMA
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