No es la primera vez
que contemplo admirado
el rojizo sol
del amanecer.
No es la primera vez
que en la noche oscura
una estrella dibuja
lo efímero de mi ser.
No es la primera vez
que la Luna llena,
ilumina mi noche
y le otorga lucidez.
No es la primera vez
que brinca mi corazón
ante tu presencia.
No es la primera vez
que se ilumina mi alma
al saberte cerca.
No es la primera vez
que mi mundo frena
al mirar tu ausencia.
No es la primera vez,
cierro los ojos,
brota un Te Quiero…
Te amo, princesa.
RMA
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