Algunos dicen
que cuando es dicha
la palabra muere.

Yo digo, en cambio,
que justo ese día
empieza a vivir.

Emily Dickinson.

Parafraseando a la Sra. Dickinson me gustaría que estos ripios que ahora comienzan a volar por sí mismos no mueran en el olvido, sino que sean capaces de anidar en el corazón de alguien que les de calor y cobijo.

martes, 28 de marzo de 2017

Me "sa" "caío"




Me “sa” “caío”, me “sa” “caío”
una neurona en el zapato,
eso, ríete, que yo no me río,
recuerdo que allí en lo alto
tenía sólo un inquilino.
¡Oh! Esto sí que es un mal rato,
ese dolor en el pecho mío.

¡Ni aún penando
verás algún alivio!
¡Incauto cerebro ingrato!
Dar únicamente asilo
a una neurona de-mente-cato.
                                                RMA

No hay comentarios:

Publicar un comentario