Sobre el rescoldo
que languidece en la chimenea,
arden sus pupilas,
la mente apoyada
en las alas del pensamiento,
sobrevuela lugares, momentos,
esquivando tiempos verbales,
salvando imposibles distancias,
solventando gravedades.
Con el frío en la espalda
al lento compás de una butaca,
arden sus pupilas anegadas
en los rescoldos de un fuego
que lentamente se apaga
en compañía de sus fantasmas.
RMA
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