Algunos dicen
que cuando es dicha
la palabra muere.

Yo digo, en cambio,
que justo ese día
empieza a vivir.

Emily Dickinson.

Parafraseando a la Sra. Dickinson me gustaría que estos ripios que ahora comienzan a volar por sí mismos no mueran en el olvido, sino que sean capaces de anidar en el corazón de alguien que les de calor y cobijo.

sábado, 13 de enero de 2018

Turbulentas las aguas




Turbulentas las aguas
de ese cauce de vida,
de normal, bajan mansas
y en extremo cristalinas.

Turbias y ponzoñosas,
la otrora fertilizante
y nutritiva, corriente
de aguas limosas.

El discurrir de las aguas
como en un corsé, por el cauce,
las aprisiona y las conduce
¿Quizás por eso su ansia de mar?.
                                                    RMA

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