Algunos dicen
que cuando es dicha
la palabra muere.

Yo digo, en cambio,
que justo ese día
empieza a vivir.

Emily Dickinson.

Parafraseando a la Sra. Dickinson me gustaría que estos ripios que ahora comienzan a volar por sí mismos no mueran en el olvido, sino que sean capaces de anidar en el corazón de alguien que les de calor y cobijo.

Acuario



Desde hace "sienes" de años, o al menos a mí me lo parece, cuando leí "20.000 leguas de viaje submarino" siempre me gustaba imaginarme los animales marinos como seres extraños y fantásticos y cuando tenía la oportunidad de que cayese en mis manos algún libro con fotografías de peces era una gozada (recuerdo que por entonces internet prácticamente no existía) y por casa, lo más que se veía eran unos boquerones o unos calamares.
Entonces, y ya de mayor con la excusa de llevar al niño visitamos algún que otro acuario y la verdad no se quien disfrutaba más, él descubriendo la vida subacuática o yo gozando de su carita de entusiasmo y asombro a la par que recordando el mío cuando a su edad me sumergía en las profundas aguas a través de las páginas de un libro.
       RMA

























































                                                           RMA


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