Hasta no hace tanto tiempo
la fuerza era la animal,
no había tractores o camiones
ni aviones con los que poder volar
y en un pueblo donde abundan las huertas
un buen hombre era gañán.
Con sus aperos y sus bestias
íbase a las huertas a arar,
normalmente ayuntadas y parejas,
esto viene a ser de dos en dos
y de similares fuerzas.
Una yunta, bien de burros o de mulas
para tirar del arado y la tierra arañar,
que a la hora de tirar de la reja,
así como del carro ,
como a veces también sucede
en este piso intermedio,
no todos tiran de igual manera
y entonces llega el arriero
o aquel gañán, y arrea
llegando los palos
siempre
a lomos de la misma bestia.
RMA
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