Se pierde la memoria
se va quedando vacía
o simplemente los años
la enseñan a cerrar la boquita,
que siempre hay posos
a los que mejor no remover
y muchas cicatrices
en las que mejor no hurgar.
Se vuelve entonces selectiva,
puro instinto de supervivencia,
así que a obviar lo que le hiere
y en lo que le place, regodearse.
Intenta consumir su tiempo
aferrándose a lo intangible
y entre las rendijas del alma
al final ¿Qué se le escapa?.
RMA
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