Páginas

martes, 13 de abril de 2021

Anaconda

 

Érase una vez una Anaconda muy canija y con la mente muy sucia, que de estar siempre pensando en lo mismo le salieron unos esperones horrorosos, que de tan grandes se consiguió hacer con ellos unos "Torresnos" pa migarlos en el águila que pasaba por allí con las cejas muy largas y los huevos colguerones. "Totá", que entre la Anaconda y el águila surgió un algo, y más, tras el baile ritual del cunninni-cunnini, y tanto, que cantando "I want to break free" se prometieron amor eterno y felicidad, así que la cola de la Anaconda no sabemos donde fue a parar, por eso y para evitar males mayores, se llamó al amigo de un amigo que tenía un primo allí en el pueblo y entonces vino una ambulancia con más gas que un camión de butano ¿o era de gasoil? Y tenía que ir a que le enchufaran la manguera ¡hay Dios! Otra vez la mente sucia!

 

Fuerte y flojo
por la húmeda rendija
se cuela el viento.

 

Pero como las desgracias nunca vienen solas y algunas neuronas están un poco revolucionadas…

El sapo es sapo
mientras tenga la lengua,
la mosca vuela.

Que exista por mucho tiempo la mente sucia.

RMA

No hay comentarios:

Publicar un comentario