Esta vida tiene
tan sólo una cara,
que normalmente
suele ser una cruz.
Un madero bien pesado
que descansa en la cerviz,
e igual que el martillo
al clavo tieso ayuda
a que se pueda hundir,
este alegre madero
te ayuda a mantener
los pies en el suelo
y poco a poco, también
bajo tierra, en el subsuelo,
con la ventaja añadida
que en los momentos ociosos
lo hagas tablas y con ellas
fabricar una cajita
donde guardar tus despojos.
RMA
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