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lunes, 13 de agosto de 2018

Las horas mueren




Las horas mueren
en un reloj, presas,
enredadas en el bucle
infernal de unas manecillas,
al ritmo machacón
que marca un péndulo
indeciso, que oscila
entre luz y oscuridad,
izquierda, derecha,
tic-tac, tic-tac.
incapaz de encontrar
el equilibrio necesario
para detenerse,
quizás,
mirar.

Aunque, tal vez
no lleguen a morir,
simplemente pasan
y los que están a su lado
por su ritmo hipnótico
quedan subyugados,
son vampirizados,
sirven de aperitivo
a ese íncubo vampiro
llamado tiempo.
                     RMA

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