Hubo un tiempo
en que posaba los ojos
en el azul profundo del cielo,
recostado en el suelo
pasaba largas horas
volando vencejos,
admirando sus alas, su fuerza,
que lleguen de tan lejos
y a tan lejos vuelvan.
Admirando su alto vuelo
repleto de piruetas,
imposibles desde el suelo.
Hubo un tiempo que soñaba
con los ojos abiertos
y ahora se preguntaba
donde han ido los sueños.
RMA
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