Cuando emprendes un viaje
y más si es por placer,
lo que buscas es deleitarte
con cuanto puedas aprender.
Aprendimos que la piedra dura
también puede ser hermosa
si las manos del cantero, desnudan
en su cuerpo, su alma oculta y misteriosa.
Aprendimos que muchas,
pero que muchas, piedras fueron,
las que entre Úbeda y Baeza
los del tal Vandelvira movieron.
Y…
Aprendimos que la amistad
bebe de esa fuente maravillosa
rebosante de alegría
que es la fuente de la risa.
RMA
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