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viernes, 17 de febrero de 2017

Coche amarillo



La verdad que es bien sencillo
el caminar por la vida
buscando un coche amarillo,
además de emocionante
es bastante divertido.
¡¡Allí, allí he visto uno!!
¡que es dorado! ¡fosforito!
¡Hay que ver, siempre me gana!
¡qué listo es este chiquillo!
Ahora es coche naranja,
hemos cambiado el color
y no sé cómo se apaña
que sigo perdiendo yo.
¿Será que tal vez me engaña?
¿Que me tanga el muy pillo?
como pueda y yo lo descubra
le voy a apretar los tornillos,
esos que tiene en las axilas,
en la planta de sus piececitos,
o también en las costillas.
¡que se retuerza y pida a gritos!
un auxilio que no llega,
que de sus ojos, el brillo
y de su garganta, la risa,
mi alma toma el sentido
que pueda haber en la vida.
                                          RMA

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